Por Joan Torres Deja un comentario Actualizado a noviembre 20, 2024
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Puede que Nuakchot (Nouakchott), la capital de Mauritania, sea una de las capitales menos favoritas entre los exploradores de África, y me incluyo en este segmento, porque a mí tampoco me gustó Nuakchot.
De hecho, pienso que es penosa y, desde el punto de vista turístico, es una ciudad de la que no destaca apenas nada.
Sin embargo, si eres un ávido lector de este blog, sabrás que cuando viajo a destinos de poco atractivo, siempre me esfuerzo por encontrar la única razón que hace que un determinado lugar sea único, o que al menos merezca la pena visitarlo.
Hoy quiero contarte por qué creo, en mi opinión, que Nuakchot puede ser una ciudad aburridísima para visitar, y al mismo tiempo destacaré todas sus cosas buenas.
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Nuakchot es una ciudad africana relativamente nueva.
Hasta mediados del siglo XX, la mayoría de mauritanos seguían siendo nómadas y vivían dispersos por el desierto, y Nuakchot no era más que un pequeño pueblo pesquero fortificado en el que vivían unos pocos de miles de personas.
Fue poco antes de la independencia, en 1960, cuando los mauritanos tuvieron que elegir una capital para su flamante país y eligieron Nuakchot porque estaba justo entre Saint-Louis, la ciudad colonial desde la que se gobernaba Mauritania, y Nuadibú (Nouadhibou), la capital económica del país.
Al parecer, según la Wikipedia, la elección de Nuakchot como capital se debió también a que no estaba dominada mayoritariamente por ninguno de los principales grupos étnicos, moros de ascendencia árabe o africanos subsaharianos.
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Tras la independencia, muchos mauritanos abandonaron su estilo de vida nómada, se trasladaron a su nueva capital y Nuakchot creció de forma exponencial.
Hoy en día, Nuakchot aloja a más de 1 millón de personas.
Mi llegada a Nuakchot no pudo ser más desafortunada.
Tras un largo vuelo con escala incluida, las autoridades locales confiscaron mi dron con la excusa de que no tenía la autorización necesaria que, según ellos, podía conseguir fácilmente a través del Ministerio de Aviación de Nuakchot.
Estaba deseando hacer volar mi dron sobre las dunas de arena y el oasis de Terjit, así que, antes de empezar mi ruta por Mauritania, me pasé los siguientes días tratando de conseguir el supuesto permiso necesario.
Para ello, conté con la ayuda de un lugareño que trabaja en turismo, un extranjero que trabaja también en turismo, e incluso personal de la embajada española, pero nada, fue imposible y lo único que conseguí fue perder 6 preciosos días en una ciudad que no me gustaba.
Tras terminar mi recorrido, que finalizó a bordo de un tren de carga a través del Sahara, volví a Nuakchot, donde tuve que esperar 3 días para recibir mi visado para Mali, y 2 días más para hacerme la prueba PCR y los resultados posteriores, así que 11 días en total, y durante la mitad de esos días una tormenta de arena azotaba la mayor parte del país, impidiendo que la gente pudiera salir al exterior.
Después de todos esos días, llegué a la conclusión de que Nuakchot no tiene demasiado que ofrecer.
Por un lado, siempre hace muchísimo calor (y eso que estuve allí en invierno), y hay arena y polvo absolutamente por todas partes, por eso no es de extrañar que la mayoría de los lugareños se cubran siempre toda la cara con un sheesh tradicional, o un turbante, algo que yo hacía siempre también.
De hecho, varias veces traté de trabajar desde el jardín del Le Village & Auberge Triskell (gran albergue, por cierto), pero mi portátil siempre acababa cubierto de polvo, y todavía hoy le crujen algunas teclas cuando escribo.
Por otro lado, aparte del Port du Pêche, me pareció que no había ningún sitio destacable que visitar. Desde el punto de vista arquitectónico, Nuakchot carece de arquitectura histórica, y su único monumento es la Gran Mezquita de Nuakchot, que no es más que una gran mezquita normal y corriente.
Además, no hay bares (ni alcohol), ni buenos restaurantes, ni siquiera cafeterías con un Wi-Fi decente desde donde trabajar.
Incluso Riad (Riyadh), en Arabia Saudí, puede ser más divertida.
Es la capital africana con el mayor índice de abandono entre los expatriados occidentales – me dijo un profesor de inglés, y te puedes hacer a la idea de por qué, ya que su forma de entender la vida social es muy distinta a la nuestra.
Ni siquiera pasear por las calles era muy agradable que digamos. Estaban llenas de basura (hasta en las zonas más lujosas), y de montones y montones de arena del Sahara. De hecho, Nuakchot debe ser la única capital en la que he llegado a ver verdaderas dunas del Sahara en el centro de la ciudad.
Antes incluso de viajar a Mauritania, ya me habían dicho que no pasara mucho tiempo en Nuakchot y, después de mi visita de 11 días, puedo entender por qué me lo advirtieron.
Sin embargo, ésta es sólo una cara de la historia, la más visible, y los viajeros intrépidos pueden llegar a disfrutar de la Mauritania oculta, una que no muchos turistas conocen.
Nuakchot es una de las pocas capitales del mundo en las que es facilísimo conectar con la gente del lugar. Ya sea a través de Instagram o de Couchsurfing, mi estancia de 11 días resultó ser una pasada, porque conocí a mucha gente que me invitó a reuniones familiares, a almorzar, a cenar o simplemente a pasar el rato en su casa. Hasta me invitaron a una boda, pero desgraciadamente no pude ir porque se celebró el día que me monté en el Tren del Hierro.
Además, por norma general, las interacciones que se dan al azar con los lugareños también son geniales. Una vez, así de forma aleatoria, un hombre se paró a mi lado con su coche y me insistió en llevarme a donde fuera y acepté encantado, claro. La gente que trabajaba en restaurantes, cafés y cualquier tienda también era maravillosa y servicial.
Ya había tenido experiencias similares viajando por Pakistán y Arabia Saudí, pero hasta ahora nunca me había pasado en África.
Como sabrás, hasta 1960, Mauritania era una sociedad predominantemente nómada y, todavía hoy, es un país con muy poca influencia occidental, e incluso a la generación de jóvenes le gusta vestir siempre con sus prendas clásicas y pasarse semanas en una haima tradicional en el desierto.
En la mayoría de los países en desarrollo, se tiende a ver un contraste enorme entre la capital y los pueblos rurales más pequeños, pero eso no ocurre en Nuakchot, donde la mayoría de la gente sigue teniendo una mentalidad tribal (en el buen sentido de la palabra), me dijo un mauritano.
Algo que caracteriza a Mauritania es que está mezclada étnicamente con gente del Magreb y de varios países subsaharianos, reuniéndose todo el conjunto en Nuakchot, por lo que, aunque Nuakchot carece de buenos restaurantes gourmet, tiene la mayor oferta de cocina africana, desde Costa de Marfil hasta Senegal, Mali y Nigeria.
Para alguien como yo, que (todavía) no ha descubierto demasiado de esta región, es algo que merece la pena realzar.
En Nuakchot vas a encontrarte polvo y arena, pero a diferencia de otras capitales africanas, la vida es bastante lenta aquí y no es especialmente caótica, quizás no es tan pacífica como Asmara en Eritrea, pero sin lugar a dudas, es la ciudad más relajada que he visitado en todo el África subsahariana.
Situado justo a las afueras de Nuakchot y mucho menos visitado que el Port du Pêche, este es uno de los mayores mercados de camellos que he visitado nunca (y he visto bastantes), porque en ningún otro lugar he visto tantos camellos en un espacio tan diminuto, ni siquiera en Hargeisa (Somalilandia), Arabia Saudí o Sudán.
La atracción favorita de los turistas y la más visitada de Nuakchot es el Port du Pêche, también conocido como puerto y mercado de pescado, que se supone que es uno de los puertos más animados de África Occidental.
Todos los días, entre las 2 y las 5 de la tarde, llegan cientos de embarcaciones a la orilla cargadas con toneladas de pescado que luego se venderán en el mercado adyacente, y es un acontecimiento súper guay de presenciar.
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Puede que Nuakchot no tenga el glamour de otras ciudades africanas, pero cada destino es único en sí mismo. Aunque no te recomiendo que pases muchos días en Nuakchot, creo que vale la pena reservar 1 o 2 días de tu viaje a Mauritania para visitarla.
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