Por Joan Torres Deja un comentario Actualizado a septiembre 26, 2023
Una antigua colonia británica que declaró de forma unilateral la independencia de Somalia en 1991, Somalilandia es un país no reconocido en el Cuerno de África que, según el resto del mundo, todavía pertenece legalmente a Somalia, considerado actualmente uno de los países más peligrosos del mundo.
Sin embargo, Somalilandia es un territorio autoadministrado que controla sus propias fronteras y ha logrado mantenerse alejado de todos los problemas que provocan que Somalia sea un estado fallido, y esto hace posible algunos grandes viajes de mochilero independientes (y muy seguros), y ofrece una de las aventuras definitivas en África Oriental.
Hay mucho que decir sobre Somalilandia y, por eso, te animo a leer:
Todo lo que necesitas saber para viajar a Somalilandia
En el artículo anterior, descubrirás información política y de viajes, pero en esta guía, voy a guiarte por todos los lugares que he visitado, resumidos en un itinerario de 1 semana para Somalilandia.
Table of Contents
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Hay dos formas principales de llegar a Somalilandia:
Personalmente, creo que la mejor manera de entrar es desde Yibuti, y la razón es que Zeyla, un pequeño asentamiento ubicado justo al otro lado de la frontera, es el lugar que más disfruté de Somalilandia.
Si te encuentras en Hargeisa, llegar a Zeyla es un largo viaje de 2 días (ida y vuelta), además de que llegar allí es caro, porque necesitas alquilar un 4×4. Por lo que, en ese caso, no sé si Zeyla valdría tu tiempo y dinero.
En mi guía de viaje a Somalilandia, puedes saber más sobre las diferentes formas de entrar en el país.
Viajar es algo sumamente subjetivo, así que esta es una pregunta que siempre se me resiste.
Personalmente pasé 10 días viajando de mochilero a y, en mi humilde opinión, fue un poco excesivo, sobre todo porque no hay mucho que hacer en Somalilandia.
Quiero decir, sí que hay algunas cosas realmente increíbles que se pueden hacer en Somalilandia, pero no hay suficientes cosas para mantenerte ocupado durante 10 días completos.
Bueno, supongo que sí que las hay, pero el tiempo siempre es limitado y el Cuerno de África tiene mucho que ofrecer, así que habría preferido invertir esos días extra en pasar más tiempo en Eritrea y Etiopía.
Por lo tanto, basándonos en lo que te conté en la sección anterior, si visitaste Zeyla, te recomendaría 7 días y, si te la saltaste, te recomendaría 4-5 días.
No hay mucha cosa en español, pero estos los libros disponibles en inglés que te recomiendo.
Guía de viaje a Somalilandia de Bradt – El único libro guía de Somalilandia disponible. Una guía excelente llena de consejos y curiosidades.
Becoming Somaliland, Mark Bradbury – La historia de Somalilandia, desde declararse independiente hasta convertirse en una democracia situada en una de las regiones más problemáticas del mundo.
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Como yo entré en Somalilandia desde Yibuti, comenzaré el siguiente itinerario desde aquí.
Ya lo dijo Ibn Batuta.
Una de las ciudades más desoladas del mundo.
Zeyla es, ciertamente, un asentamiento muy remoto, uno de los más remotos que he visitado.
Se compone de un puñado de casas, si se les puede llamar casas, ubicadas en una vasta península llana y desértica que se abre hacia el golfo de Adén.
No hay nada alrededor, solo desierto y el océano vacío.
Y aun así, fue precisamente ese aislamiento lo que me hizo adorar la visita a Zeyla y te recomiendo que veas el siguiente vídeo para entender por qué:
Hoy en día, Zeyla no es más que un minúsculo asentamiento somalí, pero a lo largo de los siglos, su puerto (uno de los más antiguos de África Oriental y cuya importancia fue mencionada en los documentos griegos hace 2.000 años) ha desempeñado un papel clave en las rutas comerciales del Mar Rojo.
También hay una mezquita del siglo VII, una de las más antiguas de toda África.
Aquí puedes leer más sobre la historia de Zeyla.
Además, la gente era encantadora y, dado que este es un lugar verdaderamente insólito de Somalia, cuenta con recibir montones de cálidos saludos y conversaciones agradables.
Lo más impresionante que puedes hacer es visitar la mezquita desolada ubicada en medio de la península vacía y, desde allí, también puedes pasear hasta la playa.
Muchos niños te van a seguir, cuenta con ello.
Luego puedes visitar la mezquita del siglo VII llamada Masjid al-Qiblatayn y, aparte de eso, simplemente disfruta de la gente del lugar y relájate.
No hay caminos que conecten con Zeyla, así que no es fácil llegar hasta allí.
Desde Yibuti – Primero, tendrás que cruzar la frontera. Para ello, tienes que ir a la Avenida 26 (ciudad de Yibuti) y encontrar el 4×4 compartido que atraviesa la frontera.
La mayoría de ellos van directos a Hargeisa, pero tienes que coger el que tiene Loyada como destino final, la ciudad fronteriza. Yo pagué 1.000DFJ, alrededor de 5 $.
Una vez que cruces la frontera, tienes que encontrar un coche que vaya a Zeyla, pero el problema es que la mayoría de coches van directos a Hargeisa, y quizá te lleve un rato encontrar uno hacia Zeyla.
Desde la frontera hasta Zeyla es un viaje de 25 km, pero vas a conducir por arena, así que te va a tomar algunas horas. Al final sí pude encontrar un coche y, por un asiento trasero pagué 10 $. Si no encuentras un 4×4 para compartir, algunos lugareños me ofrecieron llevarme hasta allí por 100 $.
Desde Hargeisa – Primero, tienes que tomar un bus hasta la ciudad de Borama, ubicada a 120 km de distancia. Esto es fácil. Desde Borama. Sin embargo, las cosas se complican un poco porque la carretera de asfalto desaparece y durante la mayor parte de los 240 km hasta Zeyla, conduces por un desierto arenoso e irregular. Es toda una aventura, pero es un largo viaje de 8 horas.
En Borama, hay una estación desde donde parten los 4×4 compartidos hasta Yibuti. Quizá te interese coger uno de esos y decir que te bajas en Zeyla. El precio de un asiento trasero debe rondar los 50 $, pero si dispones de más información, serás bienvenido en la sección de comentarios 🙂
Solo hay una guest house, llamada Kaboode Guest House, que tiene un precio desorbitado para lo que recibes a cambio. No es más que una chabola rudimentaria, pero te cuesta 20 $ la noche, a pesar de que el dueño aceptó 15 $ si me quedaba 2 noches.
Aun así, el dueño es un tío genial y me lo pasé muy bien comiendo khat con él. Sorprendentemente, había Wi-Fi.
Puedes descubrir más sobre él leyendo mi artículo: Miedo y asco en Somalilandia
Borama es la ciudad más grande entre Zeyla y Hargeisa.
Es una ciudad sin atractivo, como la mayoría de ciudades de Somalia, pero la gente del lugar harán que tu visita sea encantadora y, en cualquier caso, Borama es una parada inevitable para llegar a Hargeisa y en tu ruta por Somalilandia.
Por alguna razón, los 4×4 de Zeyla a Borama solo salen por la noche, alrededor de las 7 pm, así que cruzamos el desierto lleno de baches y a oscuras, condujimos durante 8 horas hasta que me dejaron en medio de la ciudad a las 3 am, momento en el que se me acercaron algunos lugareños un poco chungos.
Quiero decir, la clase de gente que anda por las calles vacías a las 3 am, pero al final sí que me ayudaron a encontrar un hotel relativamente bueno y lo único que querían era una pequeña propina.
El dueño de Kaboode Guest House puede organizarlo todo por ti. Pagué 50 $ por el asiento trasero. El asiento delantero costaba 70 $.
Me alojé en Oslo Hotel. Un hospedaje decente y básico con un jardín muy bonito. Como yo era el único extranjero que se alojaba en el hotel, tuve la oportunidad de conocer al dueño, un somalí neozelandés. Un tío de puta madre.
El siguiente día, puedes encontrar fácilmente un bus local barato a Hargeisa. El precio era de 27.000 Sh, sobre 3 $.
¿Cómo describirla?
Hargeisa es la capital más discreta en la que he estado.
El centro de la ciudad está compuesto de una arquitectura poco atractiva, calles sin pavimentar, hay basura por todas partes, e incluso puedes encontrar cabras y burros en el centro.
A diferencia de otras capitales africanas, no hay edificios gubernamentales imponentes, ni hoteles o restaurantes de lujo.
Una vez, un somalí británico me recomendó un famoso restaurante chino, uno de los más sofisticados de la ciudad donde, aparentemente, las celebridades locales (como cantantes y estrellas de TV) van a cenar. El servicio y todo lo demás estuvo bien, nada demasiado especial, y solo pagué 15 $ por una comida.
Aquí no es que me esté quejando, solo te cuento la realidad de Hargeisa y Somalilandia.
Aun así, es una capital fascinantemente carismática. Me encantó Hargeisa y es que es de las grandes atracciones que ver en Somalilandia.
En primer lugar, la gente es genial, pero eso ya lo sabes, y pasear por sus polvorientas avenidas, sus animados mercados y puestos de khat ya son atracciones en sí mismas.
Además, debes saber que Hargeisa es una ciudad que resucitó de sus cenizas tras ser completamente destruida (el 90% de ella) por el régimen de Siad Barre durante la guerra entre Somalilandia y Somalia, en 1988.
No fue liberada hasta 1991, cuando comenzaron la reconstrucción de la ciudad.
Es importante mencionar que Hargeisa es la capital de un país no reconocido, eso significa que reciben muy poca ayuda del extranjero (razón por la cual la capital es tan discreta), así que lo que han logrado ya es excepcional.
Oriental Hotel – La mayoría de viajeros se alojan aquí porque tiene habitaciones económicas y aceptables y está en el centro de la ciudad. Una habitación privada cuesta 15 $ – 20 $.
Maamus Hotel – Aquí es donde me quedé yo. Es definitivamente más elegante que el Oriental Hotel y no mucho más caro, porque está a 2 o 3 km de la ciudad. Sin embargo, está ubicado al final de la calle principal, con buses locales regulares que pasan por ahí, y un billete solo cuesta 2.000 Sh, alrededor de 25 céntimos.
La mayoría de lo que hacer en Somalilandia, de las que te he hablado hasta ahora, están dirigidas a los viajeros más intrépidos y exigentes, aquellos que buscan aventuras surrealistas y ultrainsólitas, pero, a decir verdad, no son atracciones turísticas como tales.
Laas Geel, sin embargo, uno de los lugares de arte rupestre mejor conservados de África, es sin duda una atracción turística que incluso a mi madre le gustaría visitar. Consta de cientos, si no miles, de pinturas individuales que representan a humanos y ganado.
Es un sitio sorprendente y, si quieres sumergirte más profundamente en su historia, puedes leer esta entrada.
Desde la estación de bus de Hargeisa, puedes coger un bus a Dhubato (55 km) (4000 Sh)
Dhubato está de camino a Berbera, así que, tras mi visita a Laas Geel, tomé un bus a Berbera. De lo contrario, puedes encontrar fácilmente un bus de vuelta a Hargeisa.
Desde Dhubato, Laas Geel es una caminata agradable de 6 km.
Contrariamente a lo que algunos viajeros creen, no necesitas ir formando parte de un tour, al menos ya no es así.
Puedes ir hasta allí por tu cuenta y pagar la entrada, que cuesta 25 $.
Sin embargo, lo que sí es obligatorio es un guía local, que se te asignará en la propia entrada. Tendrás que pagar 10 $ adicionales por el guía, así que son 35 $ en total.
El guía caminará contigo los 6 km restantes, desde Dhubato hasta el lugar en sí. También puedes ir en taxi.
El mío no hablaba ni una palabra en inglés, pero se esforzó mucho en explicar las diferentes pinturas haciendo gestos con las manos y cosas del estilo.
En mi opinión, los 35 $ valieron la pena completamente.
Otro imperdible en tu itinerario por Somalilandia.
Situado en las cosas del Golfo de Adén, justo enfrente de la costa Yemeni, Berbera es una ciudad que ha desempeñado un papel clave en el comercio marítimo de la región, principalmente debido a su gran posición estratégica, situada en la ruta comercial entre y el Mar Rojo.
Por cierto, en Berbera conocí a una pareja de Nueva Zelanda que había llegado a Berbera en un carguero desde Salalah, en Omán. Me dijeron que tuvieron que esperar en Salalah durante semanas, pero al final lo consiguieron.
Para mí, fue interesante ver que Berbera tenía una vibra y un aspecto similar al de otras ciudades junto a la costa, como Massawa en Eritrea, o Puerto Sudán en Sudán, y la razón es que las tres formaron parte del Imperio otomano, así que la arquitectura y la composición del casco antiguo eran similares, además todas gozan del mismo clima poderosamente cálido y húmedo, por lo que el tipo de vida lenta (el movimiento “slow life”), y también la comida, eran prácticamente los mismos.
Como iba diciendo.
Pasear por el Casco Antiguo fue entretenido, pero, una vez más, como Somalilandia no es reconocida por la ONU, no reciben ninguna ayuda extranjera, y las casas antiguas otomanas se podría decir que se están desmoronando, con algunas partes en un estado verdaderamente lamentable.
Berbera posee un tremendo potencial turístico y creo firmemente que, si la ciudad vieja de Berbera se restaurara en algún momento, sin ninguna duda se consideraría su inclusión en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, pero, corrígeme si me equivoco:
Si un país no es reconocido por ningún otro, ¿pueden sus tesoros nacionales formar parte de la lista de la UNESCO?
Aun así, a los viajeros intrépidos la ciudad vieja les parecerá un lugar genial.
Todo el mundo me invitaba a unirme a ellos para comer khat y había un montón de buenos restaurantes que servían un excelente pescado fresco por solo unos dólares. Te recomiendo el restaurante Al Hayaat.
Desde la estación de bus de Hargeisa, los buses hasta Berbera circulan durante todo el día.
Como dije antes, cogí el bus hacia Dhubato para visitar Laas Geel y, tras mi visita, simplemente esperé a un lado de la carretera a que pasara otro bus. De hecho, no tuve que hacer nada, porque mi guía personal para Laas Geel paró los buses por mí.
Yo me alojé en Barwaqo Hotel. Tenían habitaciones privadas decentes y limpias con baño propio por solo 10 $. Las habitaciones eran un poco aburridas y oscuras, pero el jardín y el restaurante del hotel lo compensaban.
Estaban sirviendo una comida del lugar impresionante, incluido pescado fresco. De hecho, una de las mejores comidas que tuve en Somalilandia fue un filete de atún de ese mismo restaurante.
También es importante mencionar que por el jardín del restaurante deambulaban gacelas libremente, y hasta podías darles de comer.
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