Qué ver en Mauritania: Ruta de 2 semanas

Por Joan Torres 7 Comentarios Actualizado a noviembre 20, 2024

Mauritania se caracteriza por ser excepcionalmente pura y auténtica, un país desértico repleto de nómadas y en el que la tradición sigue prevaleciendo sobre la modernidad, como ya dije en artículos anteriores.

Situada justo entre Magreb y el África subsahariana, Mauritania podría ser perfectamente uno de los países insólitos más cercanos a Europa Occidental, un destino apenas explorado y fácilmente accesible por avión, o incluso en coche desde España.

Además, gracias a una notable mejora de la seguridad, Mauritania es hoy en día un país accesible y seguro, y el destino definitivo para quienes quieran seguir las antiguas rutas comerciales transaharianas y busquen los paisajes desérticos más prístinos.

En esta guía, te llevaré a través de mi itinerario personal de 15 días por Mauritania, junto con todos los consejos pertinentes.

Recuerda que para toda la información práctica, no te olvides de leer mi guía de viaje a Mauritania

Alquilar un coche puede resultar útil, pero los viajeros independientes con poco presupuesto debéis saber que también puede ser factible viajar en transporte público. Eso es lo que hice yo, así que todos los lugares que ver en Mauritania y que figuran en este itinerario pueden hacerse sin vehículo privado. Sin embargo, el único inconveniente es que necesitas tiempo y paciencia.

Por otro lado, desplazarse con tu vehículo propio facilita y agiliza las cosas, obviamente, pero ten en cuenta que a muchos destinos sólo se puede llegar en un 4×4, por lo que alquilar un coche normal y pequeño no te va a solucionar la vida y, aunque alquiles un 4×4, se requiere tener habilidad para conducir sobre la arena, así que ten eso presente.

En resumen:

Viajar en transporte local – Completamente factible si tienes mucho tiempo como yo, pero puedes estar limitado/a, dependiendo de lo lejos que quieras viajar.

Viajar en coche privado – Definitivamente, la mejor manera de explorar Mauritania, pero son requisitos imprescindibles disponer de un 4×4 y buena experiencia conduciendo, siempre que quieras visitar el país como es debido. Si no has conducido nunca un 4×4 pero aun así quieres visitar todos los lugares que figuran en este itinerario por Mauritania y adentrarte en el desierto, considera la posibilidad de contratar un guía local.

Mauritania es un país enorme, pero como la mayor parte del mismo está formado por tierras desérticas deshabitadas, y además no puedes ir al extremo norte (por razones de seguridad), los mejores lugares que visitar en Mauritania pueden hacerse en 1 o 2 semanas.

Sin embargo, el número de días necesarios dependerá principalmente del medio de transporte que elijas.

El itinerario de 15 días que aparece en esta publicación está pensado para quienes viajan en transporte público, ya que a menudo necesitarás un día completo para desplazarte de un lugar a otro.

Puede parecer un incordio, pero eso forma parte de la experiencia, la cual puede ser divertida, sin ninguna duda, sobre todo si tomas una camioneta local llena de camellos y gente del desierto.

• Día 1, 2 – Nuakchot
• Día 3 – Viaje a Tiyikya
• Día 4 – Visitar Tiyiyikya y viaje a Terjit por la tarde
• Día 5 – Visitar Terjit y viaje a Chingueti
• Día 6 – Visitar Chingueti por la mañana y viaje a Uadane al final del día
• Día 7 – Visitar Uadane y viaje a Zuérate por la tarde
• Día 8 – El Tren del Hierro – Si conduces y a la vez deseas montarte en el Tren del Hierro, tendrás que averiguar por tu cuenta qué hacer con el coche
• Día 9 – Nuadibú
• Día 10 – Vuelta a Nuakchot

La gran mayoría de viajeros dispondrán de poco más de 1 semana para Mauritania.

Asumiendo que viajas en transporte público y deseas montarte en el Tren del Hierro, este es mi itinerario sugerido de 7 días por Mauritania:

• Día 1, 2 – Nuakchot
• Día 2 – Viaje a Chingueti
• Día 3 – Chingueti
• Día 4 – Viaje a Zuérate
• Día 5 – Tren del Hierro
• Día 6 – Nuadibú
• Día 7 – Vuelta a Nuakchot

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He aquí todos los lugares que visitar en Mauritania.

Un aviso.

Nuakchot (Nouakchott) podría ser fácilmente una de mis capitales menos favoritas del mundo.

No me gustó, a pesar de que pasé 10 días aquí, o mejor dicho, «tuve que pasarlos».

Primero, pasé 5 días intentando recuperar mi dron, que había sido confiscado en la aduana del aeropuerto, y luego, antes de tomar mi vuelo, 5 días más esperando mi visado para Mali y la prueba PCR.

Nuakchot no tiene mucho que ofrecer. Es una capital relativamente nueva, llena de basura, arena, sin bares, sin buenos restaurantes y, básicamente, sin mucho que hacer.

Sin embargo, esta falta de atractivo, y probablemente también la arena, es lo que hace que Nuakchot sea extrañamente atractiva. O sea, ¿alguna vez has visto una pila de arena, la misma arena de un desierto, en medio de una capital? Porque en Nuakchot sí lo puedes ver, y eso es bastante inusual.

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Tiyikya (Tidjikja) es el lugar más inaudito de este itinerario, una ciudad del Sáhara que la mayoría de viajeros tienden a saltarse, ya que implica dar un gran rodeo.

Sin embargo, a mí me encantó Tiyikya. De hecho, fue uno de los lugares más destacados de mi viaje. No es más que una pequeña ciudad situada en medio del Sáhara, pero es la más grande de la zona, por lo que se ha convertido en un centro comercial que atrae a todo tipo de gente del desierto.

No hay mucho más que hacer allí que echar un vistazo al mercado local, pero tanto los viajeros intrépidos como los fotógrafos lo disfrutarán sin ninguna duda, ya que los lugareños del lugar son especialmente acogedores y ningún lugar del país se siente así de auténtico y tradicional.

¡Sientes como si viajaras en el tiempo!

Yo me quedé al Auberge Caravane du Desert, el cual contaba con habitaciones básicas y baño privado. Pagué 1.000MRU por una habitación doble.

Los autobuses locales salen a primera hora de la mañana, sobre las 7:30, desde Carrefour Madrid. Te recomiendo que estés allí antes de las 7 de la mañana, porque es una zona muy grande y las diferentes estaciones están por todas partes.

Es un viaje largo de 12 horas y cuesta 700 MRU.

Visitar Tichit
Tichit es otra aldea remota del Sáhara, un antiguo centro de comercio y a día de hoy, un lugar Patrimonio de la UNESCO apenas visitado. A Tichit se puede llegar desde Tiyikya a través de una carretera cubierta de arena. Se puede ir en taxi local, pero circulan 1 o 2 veces por semana, cuando tienen suficientes pasajeros. A mi llegada a Tiyikya, lo primero que hice fue organizar el tema del transporte hasta allí. Todavía no habían encontrado a los 8 pasajeros, así que decidí esperarme, pero nada, seguían sin encontrarlos: Quizás mañana, o quizás no – Me decían.
En el caso hipotético que consiguiese llegar a Tichit, existiría también la posibilidad de que tuviera que esperarme allí varios días para conseguir volver a Tidjikja, lo que implicaría pasarme más de 1 semana en una zona donde no había demasiado que hacer, y en donde nadie hablaba inglés, así que pasé.

Terjit es un manantial del desierto, más conocido como oasis, situado en la región de Adrar, a 45 km al sur de Atar, y es uno de los lugares más visitados por los pocos turistas que visitan Mauritania.

Durante siglos, muchas de las interminables caravanas que viajaban por la ruta transahariana habían utilizado Terjit como lugar de refugio, un sitio donde descansar de su viaje y disfrutar un poco de la brisa fresca bajo la sombra de las extensas palmeras.

Hoy en día, Terjit se ha convertido en un lugar turístico tanto para extranjeros como para lugareños ricos, dando cobijo a unos paisajes muy atractivos que consisten principalmente en un vasto mar de palmeras que se extienden por un estrecho valle.

La mejor vista que se puede experimentar es desde Chez Jamel, el campamento de tiendas que recomiendo a continuación, situado en la cima de una colina desde donde puedes ver todo el valle.

En Terjit, te recomiendo caminar hasta los mismos manantiales y volver por la cresta del valle.

Si tienes tiempo, también puedes caminar hasta el oasis de Mhaireth, situado al otro lado del valle y cuyo mar de palmeras es aún mayor que el de Terjit. Ir y volver a pie lleva todo el día, pero también puedes llegar en coche.

Este es un viaje épico de entre 8 y 10 horas a través de las dunas y los campamentos beduinos.

Existe una carretera de asfalto que conecta Tiyikya y Terjit, pero con el paso de los años, la arena se la ha tragado por completo y, hoy en día, solo deben intentar este trayecto los conductores de vehículos 4×4 con experiencia.

Hice el viaje en el asiento delantero de una camioneta local cargada de cabras y amables lugareños, haciendo paradas ocasionales en campamentos beduinos donde nos ofrecían zrig (yogur fermentado) o descansando en las dunas.

Fue mi mejor viaje por carretera y, para llevarlo a cabo, hay que organizarlo con antelación, preferiblemente el día anterior. Para ello, pide un taxi local a Atar cuando llegues a Tiyikya. Debería costarte unos 700 MRU.

Te recomiendo alojarte en Chez Jamel, el campamento con las vistas al valle. Es bastante básico, pero está bien cuidado. Una tienda para dos cuesta 300MRU.

Bienvenidos al lugar más turístico que visitarás en Mauritania.

De hecho, creo con total seguridad que si no fuera por todos los acontecimientos tan desafortunados que allá por 2007 acabaron con la ya de por sí pequeña industria turística mauritana, Chingueti se habría convertido en un destino turístico lleno de actividad.

Sin duda estaba en camino, porque cuando deambulabas por las arenosas callejuelas de la ciudad vieja, estaba garantizado que te persiguieran señoras vendiendo bisutería, algo que solo ocurre en aquellos lugares donde los turistas son (o eran, en este caso) mucho más que un encuentro cotidiano.

En cualquier caso, Chingueti es genial y durante mi visita, tuve toda la ciudad para mí.

Chingueti es un centro comercial medieval que data del siglo XIII y uno de los principales centros para la ruta comercial transahariana, el equivalente a Samarcanda (Uzbekistán) en la Ruta de la Seda.

Además, era un punto de confluencia para los peregrinos magrebíes que se dirigían a La Meca (Arabia Saudí), por lo que se convirtió en una de las ciudades más sagradas de África Occidental, de ahí que sea un centro islámico y de estudio científico de renombre, razón por la que Chingueti alberga hoy varias bibliotecas que contienen libros y manuscritos antiguos sobre astronomía, matemáticas, medicina y también sobre el Islam.

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Por otro lado, Chingueti está limitada por algunas de las dunas más perfectas del Sáhara africano, pero esto resulta ser un problema para los lugareños, ya que la arena está invadiendo la ciudad, enterrando las casas y obligando a muchos a trasladarse a otro lugar.

Dicen que es cuestión de años, o de algunas décadas, que la vieja Chingueti quede completamente cubierta por la arena.

Ciudad Vieja y Mezquita del Viernes – La Ciudad Vieja de Chingueti, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991, está dominada por un minarete del siglo XIII hermosamente restaurado que pertenece a la mezquita más antigua de Mauritania. Los mauritanos afirman que este minarete es el segundo más antiguo en uso continuo de todo el mundo musulmán.

Bibliotecas – Hay un total de 5 bibliotecas que se pueden visitar por un módico precio, donde se pueden consultar varios libros de 700 años de antigüedad. En la que visité, el hombre sólo hablaba francés y apenas entendí nada de lo que decía, pero ya simplemente el consultar esos viejos manuscritos fue lo bastante guay.

Desierto – Te recomiendo encarecidamente que te dirijas a las dunas durante las últimas horas antes de la puesta de sol. Se extienden más allá del horizonte pero, por desgracia, si quieres tener una vista clara, tendrás que caminar 1 km más o menos, ya que cualquier lugar antes de eso está lleno de basura.

Chingueti es también un lugar popular para los safaris y tours por el desierto, siendo una de las excursiones más populares la caminata de Chingueti a Uadane (2 o 3 días) por las dunas con una caravana de camellos. Cualquier propietario de albergue puede organizarte esta excursión.

Hay una camioneta local que sale cada mañana desde Terjit hasta Atar. Yo la perdí, así que hice autoestop, pero estuve esperándome unas dos horas. Desde Atar, varias camionetas al día parten hacia Chingueti y el viaje tiene un coste de 200MRU.

Yo me quedé en Auberge Zarga. Es muy básico y sucio, pero el propietario está acostumbrado a lidiar con turistas y puede organizarte lo que quieras. Pagué 150MRU por el dormitorio.

Al igual que Chingueti, la Ciudad Vieja de Uadane es un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que, al parecer, prosperó gracias al comercio de oro transahariano.

Con vistas a las llanuras del Sáhara, las ruinas de la Ciudad Vieja son las más impresionantes que ver en Mauritania, en mi opinión más que las de Chingueti, aunque solo se ha restaurado una pequeña parte.

Es un bonito pueblo donde pasar un día, pero no más.

Por cierto, Uadane es el punto de referencia desde el que visitar el Ojo del Sáhara.

Ve el siguiente vídeo para descubrir más sobre este tema.

Tienes que alojarte en el Auberge Vasque. Súper limpio y el único albergue que encontré con agua caliente. Además, la dueña (Zaida) mola muchísimo. Conduce un 4×4 gigantesco estilo Hammer y se pasa el día fumando, algo raro de ver en este tipo de lugares tan conservadores.

En transporte público, pero es un poco complicado.

Primero hay que tomar un taxi privado hasta el cruce Chingueti-Uadane, situado en medio de la nada, a 20-30 km de la civilización más cercana. Yo pagué 500 RMU.

Una vez en el cruce, hay que esperar a que pase un coche. Tuve que esperar como 3 horas hasta que llegó el primer coche. Intenta llegar temprano por la mañana, porque si no, puedes perder el último coche. Recuerda que en esa zona no hay servicio de Internet.

Zuérate es una remota ciudad del norte que se desarrolló gracias a la industria minera, concretamente por la extracción del mineral de hierro, una actividad que se ha convertido en el factor más importante del PIB de Mauritania.

Es una ciudad sorprendentemente modernizada, en comparación con las ciudades y pueblos vecinos, casi como Nuakchot y Nuadibú (Nouadibou), por ejemplo.

Para serte sincero, Zuérate fue el único lugar en el que eché de menos tener un coche, porque me apetecía mucho explorar un poco los alrededores de la zona minera.

¿Y qué se puede hacer allí además de visitar las minas?

Zuérate es el punto de partida del Tren del Hierro. Tienes más información a continuación 🙂

Me quedé en el Hotel Tiris. Básico y caro, pero llegué tarde por la noche y este fue el primer lugar que encontré. 1.500MRU por una habitación doble.

Un viaje muy largo. Primero, tendrás que organizar el coche local hasta Atar, que normalmente sale a las 7 de la mañana de Uadane.

En Atar, tuve que esperarme 5 horas a que saliese el autobús a Zuérate.

Hay muy, muy pocas experiencias que puedan ser tan épicas como montar en el Tren del Hierro de Mauritania.

Todos los días del año (literalmente, todos los días) sale de la ciudad minera de Zuérate un tren de 2,5 kilómetros de longitud que recorre más de 700 km a través del vacío Sáhara hasta la ciudad atlántica de Nuadibú, y transporta cientos de toneladas de mineral de hierro que posteriormente se enviarán a distintas partes del mundo.

Como viajero, puedes subirte a uno de los 200 vagones, sentarte sobre el mineral de hierro y viajar durante las 18 horas que dura el trayecto.

No voy a explayarme mucho porque ya escribí una guía de viaje completa, pero aquí llevas algunos consejos:

• El tren sale de F’dérik, 20 km antes de Zuérate
• Puede salir a cualquier hora entre las 11am y las 18pm
• El viaje dura 18 horas hasta Nuadibú
• Lleva suficiente agua, gafas para protegerte los ojos y un turbante para cubrirte la cara
• El tren también sale de Choum, pero recomiendo cogerlo en Zuérate

Todo lo que necesitas saber para montarte en el Tren del Hierro en Mauritania

Para mí, lo mejor de Nuadibú fue poder darme una buena ducha caliente después de montar en el Tren del Hierro.

Por lo demás, creo que Nuadibú es un rollo.

Tiene una vibra similar a la de Nuakchot, pero sin sus montones de arena, camellos y el Port du Pêche, así que por mucho que lo intente, no encuentro nada destacable.

En sus costas solía haber unos barcos naufragados increíbles, pero ya no hay. Al parecer, los chinos los han ido retirando poco a poco, como hicieron en el mar de Aral, en Kazajistán.

Pero, una vez más, sí que disfruté de la visita a Nuadibú porque era mi último destino después de una dura travesía mochilera por todo el país.

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