Por Joan Torres 1 Comentarios Actualizado a enero 4, 2024
Si llevas un tiempo siguiéndome, sabrás que siempre intento que la gente se de cuenta del gran potencial turístico de ciertos países que no acostumbran a entrar en el plan de la mayoría de viajeros.
La única razón por la que los promociono es porque realmente creo que son increíbles, asombrosos y, por encima de todo, que son lugares seguros. Líbano, Pakistán y Sudán, entre otros, merecen ser descubiertos porque sin lugar a duda, es aquí donde conocerás la verdadera hospitalidad, así como vivir la aventura definitiva.
En el último año, he recibido innumerables emails de chicas valientes, llenas de entusiasmo y espíritu viajero, quienes realmente desean también descubrir este tipo de países. Sin embargo, todas mostraban una misma preocupación:
Y qué piensas de una chica viajando sola por allí?
Tal pregunta me hizo reflexionar. Desde Sudán hasta Kurdistán, todos los países por los que viajo, a parte de ser de mayoría musulmana, son claramente dominados por hombres, quienes en la gran mayoría de ocasiones, ni siquiera saben cómo tratar con mujeres, y mucho menos si son extranjeras. Esto significa que una mujer recibiría una experiencia totalmente diferente a la de un hombre.
Aunque a lo largo de mis viajes, he conocido a muchas chicas viajando solas, quienes sólo me contaron experiencias positivas sobre sus viajes por el Oriente Medio y Asia Central, me frustraba el hecho de no poder dar una respuesta precisa, ya que no se trataba de mi propia experiencia.
Por esta razón, decidí abrir una sección de chicas que viajan solas en mi blog, con el fin de ayudar a mujeres con ansias de ver mundo, a conocer la realidad de viajar solas por este tipo de países.
Fue así cómo conocí a Zaina, una chica finlandesa que visitó Sudán recientemente y que es la creadora de World Dancers, una comunidad online de aficionados al arte. Zaina me contó todo acerca de su fantástico viaje por este país norte-africano, así que pensé que sería una idea estupenda entrevistarla para que nos cuente todas sus alegrías, miedos y su experiencia en general, durante su viaje sola por Sudán.
Para toda la información práctica, lee: Guía para viajar a Sudán
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Sudán es un destino salvaje y auténtico que posee verdaderas joyas para todos aquellos viajeros quienes estén dispuestos a salir de su zona de comfort. Estoy muy contenta de haber ido.
Me encanta viajar por África y siempre he estado obsesionada con el Sáhara. Aún así, Sudán nunca había estado en mi radar. Sabía que conseguir el visado era difícil, a parte de que es un destino altamente estacional, ya que fuera de los meses de invierno, el calor es insoportable.
Pero un día, a un buen amigo mío quien trabaja en la ONU, le enviaron tres meses a Khartoum, la capital de Sudán. Era ahora o nunca. Al principio, pensé que simplemente volaría y me estaría por la capital, pero cuando lo tuve todo decidido, me di cuenta de que el único lugar factible donde conseguir un visado era en la ciudad de Asuán (Egipto), por lo que al final me adentré en un viaje épico por tierra de 45 días, desde Cairo hasta Khartoum, con multitud de visitas y paradas entremedio.
A ver: no tengo hermanos, no tengo novio y mi marido tenía que trabajar.
Además, llevo años viajando sola, así que esto no fue un problema en absoluto.
A parte de el »Hey, Khawaja» (chica extranjera) ? 🙂
Había sin duda reacciones de sorpresa por las calles y expresiones de confusión en las estaciones de autobús. El chico del barco que tomé para cruzar la frontera, de Asuán a Wadi Halfa, me preguntó que qué se me había perdido en Abri, la aldea que, supuestamente, iba a a ser mi primer destino en Sudán.
La cosa está en que no hay nada que puedas decir que pudiese explicar lo inexplicable. En esta parte del mundo, las mujeres viajan solas única y exclusivamente cuando es absolutamente necesario: para ver a un familiar en otra ciudad, ir al médico o cualquier otra cosa parecida. Una chica extranjera vagabundeando por tierras extranjeras, con el único fin de divertirse, es algo extremadamente raro y hasta sospechoso.
Culturalmente, Sudán es más africano que árabe, así que las reglas son ligeramente diferentes. En tierras verdaderamente árabes, nunca te harían sentar entre dos hombres, por ejemplo. Cuando esto me sucedió en Sudán, protesté y pedí que me diesen el asiento de la ventana.
En realidad, haría esto en cualquier otra parte del mundo, ya que no hay razón por la que una chica tenga que ir apretada entre dos hombres. Lo bueno es que en Sudán, no es para nada difícil conseguir lo que quieras. Los locales son inmensamente hospitalarios y serviciales
Visité un par o tres de casas, donde fui invitada por el propietario de un hostal y una mujer local. El sentido común se aplica tanto aquí como en el resto del mundo: no sería de buena educación que un hombre invitase a una chica desconocida a su casa, a menos que sea absolutamente claro que será acompañado de su mujer y familia.
Por supuesto! Cuanto más conservador era el lugar, más privilegios me daban. No me da vergüenza pedir lo que necesito y los hombres sudaneses muy, muy raramente se negarían a ayudar a mujeres. Esto compensa por todo lo demás que tenemos siempre que sufrir!
Un ejemplo de privilegio que tuve, por el simple hecho de ser mujer, fue durante el barco de 20 horas que tomé de Egipto a Sudán. Compré un ticket de primera clase, que te da derecho a una cama en una cabina de dos personas. En realidad, yo ya sabía que tendría la cabina para mí sola: después de venderme el ticket, era imposible que pusiesen a un hombre allí solo conmigo, y sería altamente improbable que hubiese otra mujer viajando sola, sobretodo en primera clase.
Para mí, la mayor desventaja es llamar la atención mientras andas por la calle, aunque en Sudán, no era particularmente intenso. Estar continuamente observada por hombres (y en Sudán, el 90% de la gente que está por la calle, trabajando en restaurantes, hoteles, etc. son hombres), me pone siempre un poco nerviosa, así que le pongo un límite al tiempo que decido pasear por la calle. De lo contrario, empezaría a ponerme de mal humor.
Las preguntas de los locales curiosos siempre siguen una línea temporal perfecta: Qué haces aquí, cuántos años tienes. Estás casada? – Si tu respuesta es sí: Tienes hijos?. Si tu respuesta es no: Y por qué no? Hay veces en las que no estás de humor como para explicar tu vida personal a desconocidos. Dudo que a los hombres reciban el mismo tipo de interrogatorio, o al menos, no tan acelerado.
Sería una buena idea que trajeses tu propio champú y especialmente acondicionador, así como cosméticos esenciales y productos de higiene. En Sudán, acostumbran a ser importados y costosos.
En cuanto a ropa, lo mejor es traer prendas que te cubran tanto los brazos como las piernas. Cuando traigo mi cuerpo completamente tapado, me siento mucho más segura cuando me miran, y es que lo único que pueden mirar es mi cara de turista. Un pañuelo para la cabeza no es obligatorio pero no se me haría una buena idea traer mi cabello onduleando libremente por ahí.
Yo acostumbro a llevar unos pantalones anchos tailandeses y una sudadera con capucha. Una falda, aunque sea larga, no es muy buena idea, ya que en el norte de Sudán, sopla mucho el viento. Una mejor opción sería una falda elástica y un par de leggings, que me fueron realmente útiles en Mauritania. Fáciles para sentarse y aunque sople el viento, la falda se queda pegada a los leggings. En la capital Khartoum, salí con una simple camiseta cuando me iba con mis amigos.
El norte de Sudán es un destino perfecto para mujeres que viajan solas. Sin embargo, considero que se requiere de cierta experiencia de viajar por Africa y un tanto de conocimiento de la cultura árabe.
Alojamiento e infraestructura fuera de la capital son muy básicas, así que estate preparada para encontrarte lavabos que son un simple agujero en el suelo. Viajar entre pueblos es sorprendentemente cómodo, con autobuses que disponen de aire acondicionado y buenas carreteras. Recomiendo que aprendas un poco de árabe.
Visité Sudán en Octubre y sólo me encontré con un viajero en un periodo de dos semanas. En cada pirámide y templo, tuve aquel lugar para mí sola, lo cual fue realmente mágico. Si como a mí, te encanta África, Arabia y el Sáhara, entonces debes ir ya!
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Zaina Brown es una profesional de la danza del vientre, una incansable viajera, escritora y cineasta. El documental de Zaina »Traveling Bellydancer in India» (2015) es el ganador de los premios canadienses ACCOLADE AWARD. Actualmente reside en Hua Hin, Tailandia. Síguela en Facebook e Instagram.
Desde Siria a Pakistán, Against the Compass está finalmente organizando expediciones a los destinos más epicos.
Tenemos expediciones programadas durante todo el año.
One reply on “Cómo es para una mujer viajar sola por Sudán”
Realmente admiro la osadía, la valentía y el gusto por viajar en estas circunstancias y a estos lugares.
Yo ni en mis peores pesadillas me veo viajando a ninguno de estos lugares y mucho menos sola.
Me encanta viajar y conocer nuevos lugares, pero desde luego que esto no es lo mío.