Por Joan Torres Deja un comentario Actualizado a enero 4, 2024
Pregúntale a cualquier iraní fuera de Teherán qué es lo que piensa acerca de la capital, y me apuesto lo que quieras a que te dirá: »Teherán es una ciudad cara, llena de tráfico y con un alto nivel de contaminación». Te dirán que es un lugar sin alma.
En parte puedo llegar a entenderlo, ya que es una ciudad sin prácticamente historia si la comparas con el resto de Irán. Además, es una de las ciudades con más nivel de contaminación de todo el mundo.
Muchos iraníes e incluso extranjeros dicen que no merece la pena visitarla.
Y yo, qué es lo que creo? Vale la pena visitar Teherán?
Llegué a Teherán directamente desde Berlín, en donde pasé un fin de semana de locura con mis amigos de Barcelona. Hacía casi un año que no los veía.
Supongo que no hace falta explicaros lo que supone pasar un fin de semana de fiesta en Berlín con tus mejores amigos después de haber estado un año sin verlos.
En el momento de embarcar al avión que me llevaría a Teherán estaba completamente destruido. La duración total del vuelo iba a ser de 12h, con escala en Istanbul y aterrizaje en Teherán a las 5 de la madrugada.
En el aeropuerto, se tardaron 2 horas en procesarme el visado. Llegué a casa de Hamed (mi anfitrión de Couchsurfing) a las 8 de la mañana. Por fin! Ya estaba en Teherán y tenía todo el día por delante.
A la que me metí por las calles de Teherán y empecé a vagabundear sin rumbo me puse a pensar: »Vale, estoy literalmente jodido».
Estaba extremadamente cansado. Hacía calor. Había coches por todas partes. Los semáforos no respetaban a los peatones. Ir en metro no era de mucha ayuda, ya que los vagones iban a reventar.
Sinceramente no me lo estaba pasando muy bien. Necesitaba comer alguna cosa ya, y por suerte la mía encontré una cafetería que servía todo tipo de desayunos.
Pedí un desayuno iraní.
Estaba bueno. Me moría de hambre. Pedí un segundo desayuno iraní.
De pronto una mujer italiana entró dentro de la cafetería. Se sentó a mi lado. Empezamos una conversación:
Mujer italiana: Hola cómo estás?
Yo: Hace un par de horas que llegué a Teherán
Mujer italiana: Ah si? Yo ahora mismo voy al museo de gemas. Quieres venir?
Yo: Museo de gemas? Qué es? Qué vas a hacer allí?
Mujer italiana: A ver gemas. Tienen una colección enorme
Yo: Mhmmm… No gracias
La última cosa que me apetecía hacer era ir a dar vueltas alrededor de estúpidas piedras brillantes.
Pero a dónde podía ir?
Me dirigí hacia el Gran Bazar de Teherán.
Tiene docenas de paradas en donde venden alfombras y es realmente interesante. Pero para variar, en el bazar había sobre-población.
Necesitaba relajarme. Encontrar un lugar tranquilo en medio de la ciudad parecía tarea imposible.
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De repente miré hacia las montañas. Le eché una ojeada a mi Lonely Planet y leí que en el pie de estas montañas existe un lugar llamado Darband.
En persa, la palabra Darband significa puerta que da a la montaña, y es básicamente el principio de un sendero hacia monte Tochal, desde el cual se ve todo Teherán.
Dicho camino sigue un pequeño río y hay cafés y restaurantes construidos a lo largo de él. Los iraníes vienen a Darband durante el fin de semana con el fin de huir de la caótica ciudad.
Para llegar a Darband, primero tienes que dirigirte a Tajrish square. La mejor manera de llegar es en metro. Hay una estación llamada Tajrish Metro Station.
Desde allí tienes que andar en dirección norte hacia las montañas. En 500 metros deberías encontrarte con dicha plaza. Una vez en la plaza, debes preguntar dónde se cogen los taxis compartidos que van a Darband.
Un taxi compartido te va a costar 15,000 IR. Si decides ir en taxi privado el precio turista es como 5 veces más. También puedes ir andando, ya que la distancia entre la plaza y Darband es de tan sólo 3km.
Una vez en Darband, el camino que bordea el río empieza desde casi la entrada.
A lo largo del camino te encuentras con tiendas en donde venden frutos secos y confitados locales, así como multitud de cafés y restaurantes.
Los salones de shisha de Darband son lo que me inspiró a escribir este post, ya que me devolvieron a la vida de nuevo.
Todos los cafés y restaurantes que hay a lo largo del río tienen unos salones de shisha que están literalmente situados encima de él.
A veces los tienen puestos al lado de una pequeña cascada.
Técnicamente es un lugar para fumar shisha, pero también puedes comer o tomarte un café. Puedes quedarte todo el tiempo que quieras, y además es el mejor lugar para echarte una súper mega siesta.
Durante los fines de semana, puede resultar un tanto difícil encontrar alguno que esté libre, pero el camino recorre más de 2km con lo que simplemente tienes que andar un poquitín más lejos. En serio, el mejor lugar de todo Teherán.
Ojo al dato: Darband es famoso por servir los mejores shish kebaps de la ciudad, y no es mi opinión personal sino la de todos los iraníes.
Un shish kebap es un pincho de carne y verduras a la brasa. Puede ser de cordero, ternera o pollo, y se le acostumbra a poner cebolla, pimientos o champiñones. En Darband, los restaurantes usan carne de animales que ha sido criados libremente en granjas.
Sólo carne de la mejor calidad, 100% orgánica y cocinada casi a la perfección. Puede resultar un poco caro (350,000-450,000 IR por un plato), pero vale muchísimo la pena.
Como alternativa, después de haberte zampado un pollo de granja y haberte echado una siesta de campeonato, puedes ir a hacer senderismo hasta la cima del monte Touchal y disfrutar de las vistas de Teherán.
Para llegar a la cima simplemente tienes que seguir el camino o a los mismos locales.
Es muy fácil. Aunque únicamente estés a un par de quilómetros del caótico Tehran, el aire es puro y fresco. Además, aprovechando que no hay policías alrededor, las chicas iraníes se quitan el velo.
Llegar a la cima toma unas 3 horas. Desde arriba se puede apreciar la alta contaminación del aire.
Lee: Qué ver en Teherán en 2 días
Si a ti no te va el senderismo o tienes otras cosas que hacer durante día, Darband también se pone interesante durante la noche. Incluso un buen amigo mío que vive en Teherán me dijo de ir a cenar por la noche, pero como acababa de venir de allí nos fuimos a otro lugar diferente.
Antes de que saques tus conclusiones, quería mencionar que en ningún momento quería despreciar Teherán. De echo, a mí me encantan este tipo de ciudades caóticas, ya que hay muchísima vida y un montón por explorar.
Aquel día me sentía extremadamente cansado, pero durante los días siguientes tuve la oportunidad de explorarla más a fondo y llegué a la conclusión de que Tehrán es una ciudad sumamente interesante. Sobretodo cuando te aventuras por aquellos barrios en donde los hipsters iraníes pasan el rato.
El lado de Irán que nunca te habrías imaginado sólo se puede ver en Teherán. Entonces, volviendo a la pregunta del primer párrafo. Merece la pena visitar Teherán? Por favor, sí.
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