Comunicado: Atentado en Afganistán

Por Joan Torres 112 Comentarios Actualizado a agosto 12, 2024

El 17 de mayo de 2024, un hombre armado disparó contra un grupo de turistas en el pueblo de Bamiyán, en Afganistán.

Se trató de un ataque terrorista en el que murieron 6 personas.

Entre ellos, 3 viajeros catalanes; Susana, Elena y Ramon, que en paz descansen.

2 de nuestros conductores; Sangin y Mubarak Shah, que en paz descansen también.

Y por último, un miembro talibán, un guardia de las calles de Bamiyán que murió en su intento de abatir al asesino con el fin de defender al grupo, que en paz descanse también.

Mi más sentido pésame a todas las familias de las víctimas.

Desafortunamente, el ataque fue contra uno de nuestros grupos, una expedición de Against the Compass que estaba liderada por nuestra guía y tour leader Leti Lagarda, quien por fortuna, resultó ilesa.

Este artículo es un comunicado que narra nuestra versión de los hechos que sucedieron en el ataque.

Se me hace imposible describir la angustia, el miedo y la ansiedad que pasé durante aquellos días. Realmente han sido los peores días de toda mi vida, de muy lejos, una crisis de 360º en todos los niveles que me ha afectado en lo personal, emocional y profesional.

Sentir la pérdida de 3 de nuestros viajeros, excelentes personas llenas de entusiasmo, fue un golpe terrible, así como informar a las familias respectivas en calidad de organizador del viaje al que se habían apuntado.

No menos duro fue viajar a Kabul de inmediato con el fin de acelerar la repatriación de los cuerpos, recuperar sus pertenencias, y establecerme como el punto de contacto entre las familias y todo lo que estaba ocurriendo en Afganistán. Durísimo.

Y por último, tener que lidiar con la opinión pública, una opinión tremendamente sesgada e influenciada por una prensa que durante 2 semanas, no paró de decir mentiras y falsedades.

El ataque a Afganistán generó muchísimo debate en todos los medios, pero lo que me parece particularmente curioso es que dicho debate ha estado liderado y moderado por personas que no tienen ni idea de Afganistán, y menos de viajar a este tipo de países.

Durante días, gente que ni siquiera sería capaz de nombrar de memoria los 6 países fronterizos con Afganistán, ha estado opinando y escribiendo sobre el tema, tachando a las pobres víctimas de irresponsables.

Y todo ello, basándose en la única premisa de que el Gobierno de España no recomienda viajar a Afganistán.

Yo entiendo que las recomendaciones del Ministerio de Exteriores generen cierta alarma, pero es que al final, no recomiendan viajar a un muchísimos países (ni siquiera a Egipto) y hasta afirman que ningún país del mundo está a salvo de ataques terroristas, lo pone textualmente en su página web, y lo jodido es que en esto tienen razón, y es que ataques terroristas suceden cada dos por tres por el mundo.

En Les Rambles de Barcelona sin ir más lejos, en la estación de Atocha en Madrid, y hasta en la sala Bataclán de París, por nombrar unos cuantos. Hace unas semanas, asesinaron a 3 turistas australianos en México, y tampoco puedo olvidar el día que asesinaron a 2 turistas holandesas en Marruecos.

También cabe recordar que sus advertencias son meras recomendaciones, que viajar a Afganistán está totalmente permitido, y que mucha gente sigue fumando y bebiendo, a pesar de las recomendaciones del Gobierno, y lo hacen porque todo el mundo es libre de tomar sus propias decisiones, de vivir la vida a su modo, y en el caso de Afganistán, pues uno contrata un seguro de viaje, a la vez que asume un riesgo.

Hay que reconocer que sí han habido algunos medios, aunque poquitos, que han intentado defender nuestra causa, pero aunque sus intenciones parecían ser buenas, ni siquiera ellos terminaron de entender nada.

En vez de llamarnos irresponsables, los defensores nos han calificado como cazadores de adrenalina, personas que de alguna manera podríamos llegar a disfrutar ver un tiroteo de cerca.

Estimados periodistas. Llevo más de 10 años viajando a este tipo de países y jamás he conocido a nadie que viaje a Irak, Siria o Afganistán para darse un subidón de adrenalina mientras le pasan bombas por encima de la cabeza.

Las víctimas del ataque no viajaron a Afganistán en busca de sensaciones fuertes, sino porque Afganistán es uno de los destinos más increíbles del mundo, un país caracterizado por su más genuina autenticidad, y por ser lo más parecido a viajar atrás en el tiempo, sin contar con sus más vislumbrantes paisajes e historia.

Afganistán, Irak e incluso Venezuela son países que por razones distintas, han estado aislados de la comunidad internacional durante años, y para los viajeros, tener el privilegio de visitarlos, y darse cuenta de la realidad que no se cuenta en los medios, es una experiencia altamente gratificante e inigualable.

Desde que los talibanes llegaron al poder en 2021, la seguridad en Afganistán ha mejorado considerablemente, ya que el conflicto se terminó.

Esto no lo digo yo, sino los miles de turistas que han visitado Afganistán desde entonces. Lo dicen los estadísticas, y hasta lo afirmaron algunos medios españoles relativamente serios.

Independientemente de sus ideología ortodoxa y su opinión acerca del rol de la mujer afgana – no entraremos en debates éticos – los talibanes son a día de hoy, el aliado del turista, y un amfitrión que de forma genuina querrá velar por su seguridad.

A menudo se dice que el turismo en Afganistán sirve para blanquear su régimen. Podría ser, pero yo lo veo más como la alternativa a una economía extremadamente empobrecida que depende en gran parte de la exportación de frutos secos, como si un país entero pudiese sustentarse con ello.

Los talibanes están apostando por el turismo, y lo hacen a través de las mejoras en seguridad y el desarrollo de un Ministerio de Cultura y Turismo que ha abierto oficinas en las provincias más visitadas de Afganistán, incluyendo por supuesto en Bamiyán.

A pesar de que la guerra ha terminado, en Afganistán existe amenaza de terrorismo por parte de una rama regional del Estado Islámico llamada Estado Islámico de Jorasán (ISIS-K).

Este grupo vive mayoritariamente en una provincia muy remota y aislada llamada Kunar, al este del país.

Como cualquier otra banda terrorista, el ISIS-K ha llevado a cabo algunos atentados en Afganistán con el fin de desestabilizar el régimen de los talibanes, a quienes consideran amigos de occidente.

Todo viajero que va a Afganistán es plenamente consciente de la existencia de dicha banda. No únicamente sale en nuestro blog, sino que es algo que se sabe, sale en todos los medios, pero los viajeros deciden asumir el riesgo, igual que lo haces cuando te tiras en paracaídas, o cuando escalas una montaña de más de 8000 metros, que por cierto, esto sí es peligroso, estadísticamente hablando.

Basándonos en las estadísticas, los viajeros seguimos pensando que es mucho más probable resultar herido en un accidente de coche en estos países, que ser víctima de un ataque, pero aún así, al haber asunción de riesgo, es importante tomar ciertas medidas de seguridad.

Se trata de siempre de mantener el perfil más bajo posible, y ¿cómo se consigue? Pues vistiendo con sus ropas tradicionales y desplazarnos siempre en varios coches, en vez de un autobús grande, que es mucho más llamativo.

En determinado sitios más sensibles, Kandahar por ejemplo, nos asigan un escolta, y a diferencia de otros destinos, en Afganistán jamás damos tiempo libre.

Además, los hoteles donde nos alojamos son como fortalezas, el itinerario de la página web no tenemos porque seguirlo y siempre acostumbramos a cambiar de hotel. También se me hace relevante mencionar que el equipo local con quienes trabajamos tiene más de 15 años de experiencia, y tenemos contactos en cada rincón de Afganistán, afganos que nos van informando de todo lo que va ocurriendo.

Conviene primero analizar Bamiyán y sus principales diferencias con el resto del país.

Bamiyán es una provincia ubicada en una zona muy montañosa de Afganistán. Su capital, también llamada Bamiyán, se encuentra a más de 2500 metros de altitud.

Esta región siempre se ha considerado la provincia más pacífica de todo Afganistán. Incluso durante la guerra civil, antes de que los talibanes llegasen al poder en 2021, en Bamiyán se respiraba tranquilidad y es que sus habitantes, la etnia Hazara, jamás han estado alineados con los fundamentalismos que reinaban en otras partes de Afganistán.

A ello súmale unos paisajes de película y los budas de 50 metros excarvados de las rocas, pues al final se ha conseguido desarrollar cierta infraestructura turística.

He visitado Bamiyán innumerables veces y siempre que lo he visitado, SIEMPRE, me he encontrado con turistas, ya sean grupos o viajeros independientes. De hecho, el día del ataque, en nuestro hotel habían dos grupos más.

El ataque ocurrió en el bazar de Bamiyán, en el centro del pueblo. De camino a la zona de los budas, nuestro grupo había hecho una parada técnica para comprar fruta y snacks cuando de repente, un hombre armado con una metralleta apareció de un callejón, poniéndose a disparar contra uno de los coches, en donde iban las 3 víctimas, y nuestra querida Araceli, que sigue ingresada en un hospital de Bilbao.

Los demás integrantes del grupo consiguieron salvarse, ya sea porque estaban sentados en otro coche, o porque estaban comprando.

Fue un ataque del que no existen precedentes en Bamiyán, ni en demás lugares de Afganistán. Un caso aislado que según fuentes diplomáticas (yo oí como lo decían en una de las reuniones en Kabul, mientras trabajábamos en la repatriación de cuerpos) se trató un lobo solitario que quería llamar la atención del Estado Islámico, es decir, que no fue ni algo organizado, y prueba de ello es que el asesino vació 2 cartuchos de una AK47 en pleno centro de Bamiyán, en un mercado, y solo logró matar a 6 persones.

Cualquier persona medianamente entrenada, o sea, cualquier miembro del Estado Islámico hubiese sido capaz de provocar una masacre.

La estadística rompió la regla y por desgracia, las víctimas fuimos nosotros.

El ataque fue contra nuestro grupo, pero todos los integrantes/implicados seguimos creyendo que fue un ataque fortuito.

Las cifras lo demuestran, y es que Afganistán ha estado recibiendo miles y miles de viajeros extranjeros en los últimos años y además, el ataque ocurrió en la zona más turística.

Si bien nosotros estamos demasiado afectados como para seguir viajando a Afganistán (hemos cancelado los tours a este destino) la gente sigue visitando el país. Hay muchas agencias, sobretodo de fuera de España, que siguen ofertando el viaje, y es que los viajeros intrépidos siguen queriendo asumir el riesgo.

¿Qué haría yo como viajero?

Mi opinión está ahora mismo sesgada, pero independientemente de que el ataque nos haya afectado directamente, yo creo que prefiriría esperarme un tiempo para ver cómo evolucionan las cosas, pero lo que sí considero es que este tipo de ataques no deberían de poner barreras a las ganas y al entusiasmo que la gente tiene por este tipo de destinos.

Con toda sinceridad,

Joan Torres, fundador de Against the Compass

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