A pesar de ser hoy en día un país tan súper insólito, no hace muchos años, el turismo solía ser prioridad aquí, un país que alberga cuatro impresionantes lugares de Patrimonio de la UNESCO (Djenné, Tombuctú, la Tumba de Askia y los Acantilados de Bandiagara).
Sin embargo, en la actualidad, Mali atraviesa una desafortunada situación que ha aislado del mundo exterior estos asombrosos lugares, maravillas que no sólo han sido visitadas por los turistas del siglo XXI, sino que han sido recorridas a lo largo de los siglos por innumerables comerciantes que transportaban oro, cuero y marfil por la ruta transahariana.
Hoy en día es raro ver turistas en Mali, pero, a pesar de todos los problemas, todavía permanecen allí muchos lugares fascinantes, esperando a ser explorados por los viajeros más intrépidos.
Para toda la información práctica, lee mi guía de viaje a Mali.
qué hay que saber para viajar a Mali
Datos principales
Capital: Bamako
Población: 20,2 millones (59º)
Idiomas: La lengua oficial es el francés, muy extendido en Bamako, pero solo las personas con estudios superiores lo hablan en ciudades más pequeñas. La lengua más común es el bambara, pero también se hablan muchas otras lenguas africanas.
Superficie: 1.240.192km² (23º país más grande)
Visado
Se requiere un visado, que puedes conseguir en la embajada, pero cada embajada tiene sus propias reglas, precios y requisitos.
Algunas posibles embajadas están en Madrid, París, Londres, Berlín, ciudad de Nueva York, Nuakchot y Rabat, entre otras.
Seguridad
La seguridad puede llegar a ser un problema en Malí, sobre todo en las zonas del norte, en lugares como Tombuctú, Gao y el País Dogón.
El centro de Malí puede ser seguro, según donde vayas.
El sur de Malí, que comprende toda la zona sur desde Bamako, es seguro para viajar.
Lee nuestra guía sobre seguridad
Mejor época para visitarlo
Tras la temporada de lluvias, de octubre a febrero/marzo.
Tours por Mali
Against the Compass organiza varias expediciones a Malí todos los años.
El mejor lugar del mundo está en Djenné
Llevo años viajando como mochilero, visitando destinos asombrosos, hasta el punto de que para mí es difícil impresionarme con las cosas que veo.
Sin embargo, hubo un lugar que casi me hizo llorar cuando lo vi por primera vez en 2021, y ese lugar fue la Gran Mezquita de Djenné, la estructura de barro más grande del mundo, ubicada en una aldea pura que no había recibido visitantes en más de 10 años.
Mejores experiencias en Mali
Visitar la Gran Mezquita de Djenné
Pocos lugares del mundo me han conmovido y emocionado tanto como la Gran Mezquita de Djenné.
Observar la vida local junto al río Níger
Desde señoras que hacen la colada hasta trabajadores que recogen la arena necesaria para sus edificios de barro, el río Níger es un festival cultural que dura todo el año.
Visitar los mercados más coloridos
Malí fue el primer país de África occidental que exploré, así que cuando visité sus mercados por primera vez, me lo pasé increíble.
Explorar la zona de Siby en moto
Siby es una pequeña ciudad a 50 km al sur de Bamako, popular por sus extrañas formaciones rocosas, sus pueblos vírgenes y sus plantaciones de mango.
Si quieres saber qué más cosas hay por hacer allí, consulta mi itinerario por Malí.
consejos para Mali
Alojamiento
Al igual que la capital, Bamako está bien surtida de hoteles, pero son caros.
Segú posee algunos hoteles relativamente decentes, a partir de 20€ – 25€.
En zonas exteriores a esas dos ciudades, puedes encontrar alojamiento básico.
Cómo entrar
Bamako cuenta con un aeropuerto internacional, y sus conexiones más habituales son vía Rabat, París y Estambul.
Puedes cruzar con seguridad desde Senegal, Guinea y Costa de Marfil.
Desde Burkina Faso, no debería de haber problemas con la frontera que te lleva hasta Sikasso.
Nigeria y Argelia están cerradas. Mauritania puede que esté abierta.
Transporte
Transporte público – Se puede llegar a la mayoría de lugares seguros en autobús. Eso sí, para Djenné te recomiendo contratar un guía local.
Vehículo propio – Por la parte sur del país tienes que viajar con tu vehículo propio. Yo hice en moto todo el camino hasta Siby, y no tuve ningún problema.