Consejos para viajar a Transnistria

Por Joan Torres 32 Comentarios Actualizado a mayo 20, 2024

¿Alguna vez has viajado a un país que no existe?

Por muy raro que parezca, el mundo está lleno de lo que se denomina como países fantasmas, o mejor dicho, países no reconocidos por la comunidad internacional, o sea, por las Naciones Unidas.

En Europa, existen un total de 5 países no reconocidos y uno de ellos es Transnistria, localizado en lo que sería hoy Moldavia.

Transnistria es un parque de atracciones soviético y un destino de lo más insólito en el corazón de Europa.

Esta guía contiene todos los consejos para viajar a Transnistria, incluyendo información referente a visados, cómo llegar, qué ver y todo su contexto histórico.

Este artículo está dedicado a Transnistria, pero para ver todo lo que hay en el país, no te olvides de leer mi itinerario de 12 días por Moldavia

Transnistria, con Tiraspol como su capital, es un pequeño territorio dentro de Moldavia con forma de franja, cuya frontera con el resto del país está delimitada por el río Dniester, razón por la que lleva tal nombre, y es que en ruso, Priednestrovia significa al otro lado del río Dniester.

La República Moldava Pridnestroviana es un país no reconocido por la ONU, pero viajar a Transnistria es casi como viajar a uno de nuevo: tienen sus propias fronteras, reglas de inmigración, ejército, gobierno, parlamento, registro de vehículos, y hasta su propia moneda.

Es un territorio habitado por nostálgicos de la Unión Soviética y en donde abundan los símbolos comunistas.

De hecho, la bandera oficial de Transnistria es la única en el mundo que todavía usa el martillo y la hoz.

El único lugar todavía más soviético que he visitado es Minsk. Mírate mi guía de viaje a Minsk

Versión fácil: Los transnistrios son pro-rusos que no quisieron formar parte de Moldavia – culturalmente rumanos – después de la disolución de la URSS.

Versión un poco más complicada: Sin embargo, me gustaría añadirle un par de matices a la historia que todo el mundo se sabe, puesto que es mucho más complicada.

La cosa está en que Transnistria es un territorio artificial, falso, robado del oeste de Ucrania con el mero fin de que los soviéticos pudiesen hacerle frente a la región de Besarabia, una región de Rumanía que terminó uniéndose a la Unión Soviética en los años 40, y que más tarde se convirtió en lo que vendría a ser hoy Moldavia.

La razón por la que Transnistria está principalmente habitada por rusos es la misma por la que encuentras rusos en el este de Ucrania: fueron enviados allí como parte del ya conocido proceso de rusificación.

Después de la segunda guerra mundial, los soviéticos decidieron crear la República Soviética de Moldavia, formada por Besarabia y Transnistria pero después, a finales de los 80, durante los últimos años de vida de la URRS, el nacionalismo moldavo entró en auge, hecho que despertó una gran preocupación entre los transnistrianos – que tenían miedo de convertirse en la minoría rusa, sobretodo después de que declarasen el rumano como lengua oficial – por lo que Transnistria proclamó su independencia de Moldavia. 

La tensión entre ambas partes continuó creciendo hasta 1992, cuando estalló la guerra Moldavo-Transnistriana, que duró 3 meses y de cuyo Acuerdo de Paz se fundó la República Semi-Presidencialista de Transnistria.

En este artículo puedes aprender más al respecto.

A diferencia de lo que sucede con otras repúblicas no reconocidas como Abjasia o Ossetia del Sur, Rusia no reconoce Transnistria como país independiente.

A los transnistrios les gustaría formar parte de Rusia, pero Rusia no los quiere – más que nada porque el territorio carece de valor estratégico – y tampoco quieren formar parte de Moldavia, por lo que están atrapados en un punto intermedio.

De hecho, Transnistria es un país no reconocido únicamente reconocido por países no reconocidos:

• Abjasia – En Georgia. Léete mi guía de viaje a Abjasia
• Osetia del Sur – En Georgia.
• Artask – Antiguamente conocida como Nagorno Karabaj y únicamente accesible desde Armenia.

No te olvides de leer mi guía de viaje a Georgia

Esta es una de las razones por las que, económicamente, no es que les vaya muy bien a los transnistrios, y si alguna vez piensas que Moldavia es un país subdesarrollado comparado con el resto de Europa, espérate a visitar Transnistria. 

Aún así, viajar a Transnistria es una experiencia increíble para cualquier viajero interesado en la historia de la Unión Soviética.

Continúa leyendo mi guía de viaje a Transnistria.

Las cosas se están poniendo cada vez más fáciles para visitar Transnistria y, a día de hoy, prácticamente todo el mundo que pueda visitar Moldavia puede también obtener un visado al llegar a Transnistria.

Normalmente, una vez llegas a la frontera, te darán una tarjeta de inmigración válida para los días que hayas solicitado, y que tienes que enseñar a la salida, igual que pasa con el visado de Israel.

En la oficina de inmigración, te preguntarán cuántos días tienes planeado quedarte.

Dicen que el visado puede tener una validez de hasta 45 días, siempre y cuando dispongas de una reserva de hotel que confirme la duración de tu estancia.

A nosotros, sin embargo, sí que nos preguntaron por el nombre del hotel, pero nunca nos pidieron la reserva. 

Habíamos reservado un total de 3 noches pero, por si acaso, le dijimos que queríamos quedarnos 5 días, y la verdad es que nos lo concedió sin hacer preguntas al respecto.

Si quisieras quedarte más tiempo del que solicitaste, las extensiones de visado pueden llevarse a cabo fácilmente en pocos minutos – y gratis – en la oficina de inmigración situada en la calle Kotovskogo 2a de Tiraspol. 

Dado que Moldavia no reconoce Transnistria como un país independiente, las autoridades moldavas nunca te pondrán el sello de salida en cuanto entres Transnistria, por la simple razón de que a sus ojos, jamás abandonaste la República de Moldavia. 

Así pues, habrían dos posibles escenarios en los que podrías carecer del sello de entrada o salida respectivos:

• Sales de Transnistria a través de Ucrania, es decir, que no vuelves a entrar a Moldavia – En este caso, en la frontera con Ucrania, deberás de preguntar por la oficina de inmigración de Moldavia, pero ten en cuenta que no es un proceso automático, sino que tendrás que buscarla.
• Llegaste a Transnistria desde Ucrania, y después planeas viajar a Moldavia – Si llegaste en tren, encontrarás una oficina de inmigración en la estación de Chisináu, pero de nuevo, recuerda que no es un proceso automático. Si llegaste en autobús y no te pusieran el sello te entrada, según el foro de la Lonely Planet, necesitarías ir a la oficina de inmigración en Chisináu, únicamente si planeas una estancia superior a las 72 horas.

De todas formas, según varios viajeros, en el caso de que no consigas tu sello de entrada/salida correspondiente, las autoridades moldavas no te darán problema alguno, más que nada porque son plenamente conscientes de la situación.

Existen varias formas de viajar a la República Moldova Pridnestroviana:

• En tren – El tren que va de Odesa a Chisináu se para en Tiraspol. No estoy seguro de si los trenes circulan a diario, pero puedes consultar horarios, precios y comprar tu billete en la página oficial de la Red Ferroviaria de Ucrania, que es donde yo lo compré. Por cierto, si reservas el itinerario Odesa-Chisináu, asegúrate de escribir Kishineu, que es la transliteración al ruso.
• En autobús – Si pierdes el tren, también podrías coger el autobús que va de Odesa a Chisináu, el cual pasa por Tiraspol. Sin embargo, el tren es mucho más rápido.

Lee: Guía de viaje a Ucrania

• En autobús (marshrutka) – Los marshrutkas salen continuamente desde la estación de autobús central de Chisináu, aquí. Es un viaje de 2 horas  y cuesta unos 50 leis (moneda de Moldavia), aunque puede que te cobren más si llevas maleta.
• En tren – Supongo que también hay tren, pero el marshrutka es una mejor opción, ya que circulan en todo momento. 

Transnistria se comporta como si fuese un país independiente, pero a diferencia de otras repúblicas no reconocidas como Abjasia o Osetia del Sur que usan el rublo ruso al estar respaldados por Rusia, en Transnistria, tienen su propia moneda: Rublos Transnistrios (PRB).

1 € = 18,30 PRB
1 MDL = 0,90 PRB

Monedas de plástico – En Transnistria, a parte de monedas y billetes normal y corrientes, también usan una especie de monedas de plástico que son una broma aunque, por lo que dicen, dentro de poco dejarán de estar en circulación. Están disponibles en 1, 3, 5 y 10 PRB. 

Puedes pagar con tarjeta de crédito en muy pocos lugares, así que tráete efectivo.

Sin embargo, yo pude sacar dinero de un cajero, pero supongo que no se podrá en todos y que dependerá de tu banco. 

Por si acaso, tráete el efectivo suficiente.

Dólares americanos, euros, leis moldavos y rublos rusos son ampliamente aceptados en todas las oficinas de cambio.

Debido al malestar de la economía de la región, a los transnistrios les flipa que les pagues con otra moneda diferente a la suya, incluyendo MDL, RUR, € y USD.

Sin embargo, en el último día, nos fuimos a cenar a un restaurante relativamente elegante en donde me imaginé que aceptarían tarjetas de crédito, pero resultó que no, por lo que me trajeron la cuenta en leis moldavos, y allí me di cuenta de que en el cambio se quedaban un 20% de comisión. 

Por suerte, mientras Adriana esperaba en el restaurante, encontré un cajero que funcionaba, pero los del restaurante me estuvieron insistiendo durante un buen rato en que no me molestase en ir a sacar dinero y que pagara en leis moldavos, ya que los cabrones sabían que se quedarían con un 20% adicional.

Transnistria es un país barato según los estándares europeos, y yo diría que es un 15-20% más barato que Moldavia.

Moldavia es un país un tanto especial y en esta guía de puedes leer 5 razones únicas e inusuales para visitar Moldavia

Algo que tienes que recordar cuando visites Transnistria es que, a menos que tengas pasaporte ruso, no vas a tener representación consular, así que ándate con ojo que no te pase nada.

Por otra parte, Transnistria, y Tiraspol, son lugares tan seguros como Chisináu y demás ciudades europeas, aunque he oído alguna que otra historia de turistas que han sido atracados a altas horas de la noche, pero creo que fueron eventos muy puntuales.

Antes de viajar a Transnistria, había leído en algunos blogs que sacar fotos de edificios gubernamentales como la Casa de los Soviéticos, estaba prohibido, pero creo que ya no es el caso. 

Se pueden sacar fotos de todos los monumentos y edificios mencionados en este artículo, con la excepción por supuesto de edificios militares.

Un par o tres de días son más que suficientes para visitar Transnistria.

Nosotros nos quedamos 3 noches, pasando la mayor parte del tiempo en Tiraspol, aunque también visitamos algunas ciudades vecinas.

Lo que hoy en día se califica como el museo soviético al aire libre más grande del mundo, Tiraspol es un auténtico parque de atracciones soviético o, como un amigo moldavo me dijo, un zoo soviético, aunque la verdad es que encuentro dicho término un tanto despectivo. 

Bromas a parte.

Las mejores cosas qué hacer en Tiraspol están todas relacionadas con la herencia soviética de Transnistria, pero también hay un mercado bastante animado que merece la pena ver, a parte de un par o tres de iglesias.

La primera locura soviética que tienes que visitar es el ayuntamiento de Tiraspol, cuyas principales peculiaridades son que todavía lo llaman la Casa de los Soviéticos (Dom Sovetov en ruso) y conservan un pedazo de busto de Lenin en la entrada. 

Es un edificio estalinista de los 50.

Hice un intento de colarme, pero me echaron a los 2 segundos. 

En la plaza Suvorov, encuentras el mayor escudo del país, y que consiste en la ya mítica hoz y el martillo, y dibujos de patatas, pan, maíz y uvas.

Ya sabes, cosas comunistas.

A su lado encuentras la estatua de Alexander Suvorov, el último Generalísimo del Imperio Ruso en el siglo XVII, en cuyo lado se alzan las banderas de otros países no reconocidos como Abjasia, Osetia del Sur y Artask.

La postal favorita de Tiraspol es el palacio Presidencial, el cual está guardado por una estatua masiva de Lenin.

Muy cerca del palacio presidencial encuentras un memorial de todos aquellos quienes murieron en la guerra de Moldavia y Transnistria, y en donde yace un T-34, un tanque soviético y el más famoso de la segunda guerra mundial.

Al lado del tanque soviético se alza una iglesia bastante peculiar que crea un gran contraste. 

Léete las 7 cosas más soviéticas qué hacer en Bielorrusia

Como dije, Abjasia y Osetia del Sur, además de Artask, son los únicos países que reconocen la existencia de Transnistria, hecho que hizo que se ganaran tener sus respectivas embajadas en pleno centro.

Aquí puedes ver más sobre países no reconocidos que he visitado.

A unos kilómetros del centro, está el monumento de los aviadores, un avión MiG-19, el primer avión supersónico jamás fabricado en producción masiva.

Si te sobra tiempo, en el mercado de Zeleni se respira buen ambiente a primera hora de la mañana. Nos dijeron que aquí también había un mercado de segunda mano en donde podías conseguir todo tipo de artefactos soviéticos, pero jamás lo encontramos.

Al lado del mercado, yace la iglesia más importante de Tiraspol, la Catedral de la Navidad, la cual se merece un par o tres de minutos de tu tiempo, no más.

Una de las poquitas cosas que no están relacionadas con la guerra y el comunismo, y de la que los transnistrios están muy orgullosos es su brandy, sobretodo el de la marca Kvint, una destilería que ha estado en pleno funcionamiento desde 1870 y que produce más de 20 millones de botellas de alcohol al año.

De hecho, un buen souvenir de Transnistria sería comprarte una buena botella en cualquier supermercado o como mínimo, tomarte una buena copa en algún bar o restaurante.

De lo contrario, puedes también visitar la fábrica, la cual está a no más de 15 minutos del centro de la ciudad.

Ofrecen tours diarios en inglés, pero te recomiendo que vayas allí el día antes a preguntar por lo horarios, ya que nosotros decidimos dejarlo todo para el último día y al llegar a la fábrica, ya habían hecho el tour.

El río Dniester es la frontera natural con Transnistria y Moldavia, aunque existen algunos pueblos del otro lado del río que también pertenecen a Transnistria, sobretodo al lado de Tiraspol.

Se puede cruzar al otro lado por un puente, pero si dispones de tiempo, también hay un ferry (marcado en el mapa) que te lleva al otro lado por muy pocos céntimos.

Por la tarde, las orillas del Dniester son también un lugar en donde se reúnen los locales.

Estas son algunas de las otras cosas qué visitar en Transnistria:

La mayoría de viajeros vienen aquí para visitar la famosa fortaleza de Bendery pero, si viajas a Transnistria es porque te van las cosas comunistas, y Bendery pues tiene un buen puñado de ellas, quizás no tan monumentales como las de su vecina Tiraspol, pero lo suficientemente entretenidas como para echarles un vistazo. 

No te puedes perder la ligeramente deteriorada estatua de Lenin en el parque de Madagascar, el mosaico del interior de la estación de buses de Bendery,  y el tanque cerca de la fortaleza.

Están todos marcados en el mapa.

Por cierto, entrar a la fortaleza cuesta 50PDR, pero por dentro no es que sea muy emocionante.

Al lado de la fortaleza hay un hotel medio pijillo con una terraza que mola bastante y que sirven cerveza barata.

Cómo llegar a Bendery – Hay mogollón de buses, quizás cada 10 minutos, con dirección a Bendery desde el centro de Tiraspol.

Chitcani es un pueblo sin interés alguno situado al otro lado del río y que no tiene mucho que ofrecer salvo el monasterio de Noul Neamt, un complejo ortodoxo habitado por monjes transnistrios quienes viven del vino que producen y sus cultivos.

Hay un campanario bastante alto al cual puedes subir, aunque nunca terminé de averiguar si estaba permitido o no. 

Yo me subí porque no había nadie vigilando, pero en la subida tuve que abrir un par de puertas, que si bien no estaban cerradas con llave, estaban definitivamente cerradas.

Cómo llegar al monasterio de Noul Neamt – Los marshrutkas salen desde justo al otro lado del puente. También puedes cruzar el río en el ferry e intentar hacer autoestop con cualquiera de los coches montados en el barco. 

Este lugar me lo perdí, más que nada porque me enteré de su existencia después de haber visitado Transnistria. 

En Sucleia existe lo que se conoce como el Youth Sports Complex, un complejo deportivo abandonado lleno de murales soviéticos y una estatua de Lenin con el cuerpo desproporcionado.

Sucleia se encuentra a 7km al este de Tiraspol. Para más información, lee este artículo de Kathmandu & Beyond. 

He aquí todo lo que quería comentaros sobre viajar a Transnistria. Si tienes otra sugerencia sobre lugares qué visitar, nos lo cuentas en los comentarios.

📢 En la página de Recursos Viajeros podéis encontrar la lista de todas las páginas y sitios que uso para reservar hoteles, tours, seguro de viaje y demás

• Razones inusuales para visitar Moldavia
• Guía de viaje a Moldavia

• Cómo viajar a Abjasia
• Cómo viajar a Somalilandia
• Cómo viajar a Kosovo

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